Lo primero que has de tener en cuenta es
que el tiempo que dure este ejercicio, has de suspender todas las actividades y
centrarte únicamente en el mismo.
Ahora cierra tus ojos y dirige tu atención a tu respiración. Observa atentamente cómo es su ritmo...la cadencia de cada respiración...la temperatura del aire al pasar por tus fosas nasales...observa también el trayecto que sigue el mismo con cada inhalación...
Y lo más importante...no te preocupes cuando los pensamientos
invadan tu mente... sencillamente, no
les hagas ningún caso…deja que tal como se presenten, de la misma forma
desaparezcan. Sobretodo, no intentes no pensar, ya que ello te colocaría en
una situación de frustración, pues no conseguirías hacerles cesar.
Sigue observando tu respiración… su
ritmo… su trayectoria… su cadencia… ¿tu sensibilidad alcanza a notar cómo es la
temperatura al pasar por las fosas nasales? ¿Puedes notar si a medida que pasan
los minutos varía el ritmo? Tanto si lo observas como si no, no tiene
importancia; lo importante es que mantengas tu atención enfocada suavemente y sin
expectativas concretas.
Aleja todo intento de control. Relajarse
significa abandonarse a la observación de todas las sensaciones que van
naciendo del silencio y de la respiración. Te mantienes en un estado de pura
neutralidad, donde no hay juicios, no hay evaluaciones, no hay aspiraciones,
sólo la vivencia del momento mientras sigues observando la respiración.
Permanece en este estado el tiempo que
te sientas cómodo, tal vez cuando abras los ojos hayan pasado 5 minutos, o tal
vez 10 o 20, ¡no importa! No te evalúes, solo disfruta el tiempo que te sea
agradable mantenerte en este estado de calma.
BENEFICIOS. La práctica de este ejercicio es muy
recomendable porque el único momento que
la mente descansa realmente es cuando alcanzamos un estado de relajación mental,
y eso ocurre cuando hacemos este tipo de prácticas, no ocurre así –como
erróneamente piensa la mayoría- cuando leemos o vemos una película o cualquier
otra ocupación lúdica; ya que es esos momentos nuestra mente está sumergida en
la trama que seguimos, con sus emociones y la atención fluctuante que nos lleva
a paralelismos con nuestra propia vida, y eso es lo contrario de la relajación.
Realizar este ejercicio varias veces al
día te ayudará a reducir las tensiones y
por tanto el cansancio de las mismas. Aumentará
progresivamente tu concentración y te hará más sensible a tus necesidades
internas por la sensibilidad que irás adquiriendo. Te ayudará a ir mejorando tu autocontrol mental
Testimonios:
P… Estudiante de 21 años. “Lo hago cada
día dos veces y suelo estar entre 3 y 7 minutos. Antes siempre aseguraba que no
sabría relajarme. Ahora lo hago con toda facilidad y me siento fresco y como
más concentrado”
T… Director de banca. 53 años.
“Desde que lo he aprendido, lo he incorporado a mi rutina diaria y lo
practico varias veces al día. Los compañeros me dicen que me ven más persona,
más paciente”. Yo me encuentro mucho más troquilo y centrado.
L… 29 años. Comercial. “Antes cuando no
aplicaba nada de esto, las esperas se me hacían insoportables. Ahora son una
ocasión para centrarme y eso me ayuda ver las cosas más claras”.
Como me gusta decir: La relajación es el vehículo que nos conduce a nuestro equilibrio y paz interior.
Jeroni Hernández Gonzàlez
Terapeuta i Coach Personal
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